No estés triste

Sé que te enoja como el paso del tiempo camina tan lentamente y nos prohíbe de mirarnos fijamente.

Sé que piensas en mi como yo pienso en ti, en la mañana al despertar, al abrir la ventana y respirar el aire de la gran ciudad, al ver el reflejo en el espejo y por su puesto antes de cada taza de café.

Sé que me sueñas y creas historias de fantasía donde sólo tú y yo podemos existir. Sabes que me muero por besarte. Sé que sabes que te siento cada vez que cierro mis ojos y te imagino en frente de mí, cuerpo carente de ti.

Sé que te estresa la distancia tanto como me estresa a mí pero también sé que sonríes cada vez que ves un “Buenos días “enviado por mí.

Sé que podríamos ser felices, y lo sabes también. Sé que nos enamoraríamos y amaríamos como dos corazones abandonados y desesperados pueden amar, locamente. Como dos cuerpos desnudos y vacíos en busca de un refugio cálido para así hacer el amor hasta que el fuego se muera de envidia.

Sé que crearíamos mil palabras que definan el amor, sé que inventariamos nuevos sentimientos solo para nunca dejar de sentir lo que ya sentimos. Sé que las historias de amor se cansarían de hablar de nosotras.

Sé que parece imposible, sé que puede parecer una locura., pero sé que me quieres y sabes que eres mi primer pensamiento cuando escucho a alguien hablar de romance.

Sé que no dejarás de cantarme con tu dulce voz y sabes que no dejaré de escribir sobre ti y toda tu perfección.

Serás mi día y noche, seré tus minutos y horas.

Y cada vez que alguien me pregunte por ti, les contaré la historia de cómo te convertiste en arte y de cómo mis hojas de papel me gritan porque quieren tenerte en ellas. Les diré la historia de cómo mis manos hablan sobre ti en cada pincelada que dan. Les comentaré sobre los pensamientos que decidieron salir de mi cabeza porque sabían que tú eras más importante. Les diré eso y trescientasmil cosas más.

Sé que me quieres amar, sabes que te amaría hasta que tu cuerpo no resista más.

Sé que estás aquí y sabes que estoy allá.

Sabemos que algún día despertaremos sin el sinsabor de tener que contar cada segundo para susurrarnos al oído cuanto nos amamos y reírnos del tiempo y su lucha perdida por querer separarnos.